Ciudad de México
Mañana 22 de febrero, será miércoles de ceniza, es una celebración religiosa cristiana que marca el inicio de la Cuaresma, un período de cuarenta días antes de la Semana Santa.
En Parroquias de la capital mexicana y el resto del país, el sacerdote o un ministro asignados colocarán la cruz de ceniza en la frente de cada creyente.
En los dos años anteriores, por la pandemia, la ceniza no se imponía en la frente como se acostumbra, se dejaba caer la ceniza sobre la cabeza, en silencio y evitando el contacto físico, inclusive se ofreció la modalidad “Ceniza para llevar”, y en casa se podía imponer la ceniza.
Según el padre Joaquín Sáinz de los Legionario de Cristo, los cristianos reciben una cruz de ceniza en la frente como símbolo de arrepentimiento y penitencia por sus pecados.
Por su parte, el Padre José de Jesús Aguilar explicó que la ceniza se obtiene al quemar las palmas utilizadas en el Domingo de Ramos del año anterior. También de la quema de estampas, ropa del niño Dios o de los santos deteriorados y que están bendecidas. Sólo se le debe agregar un cerillo, sin ningún otro tipo de combustible.
Después, dijo, «se muelen con un mortero hasta lograr un polvo fino. Que recuerda que el ser humano, tarde o temprano vuelve el polvo. “De aquí la frase del evangelio: polvo eres y en polvo te convertirás “.
Mientras tanto, el administrador de la parroquia de los Santos Cosme y Damián platicó que la cuaresma es un regalo para todas las personas, es un tiempo de análisis, de silencio, reflexión y conversión. Sugirió ayunar el miércoles de ceniza y viernes santo, en solidaridad con la gente que no tiene que comer.
Para Sáinz, el inicio de la Cuaresma es un periodo de 40 días de reflexión, penitencia y sacrificio que prepara la celebración de la Semana Santa para los más de mil 360 millones de católicos que hay en el mundo, según los datos oficiales de La Oficina Central de Estadísticas de la Iglesia en su Anuario Pontificio 2022.
“Tradicionalmente, la cuaresma está relacionada con palabras como sacrificio, ayuno, conversión, penitencia. Palabras que quizá muchos han vivido en carne propia durante la pandemia, o en eventos como el terremoto en Siria y Turquía».
«En este sentido, la cruz no es un símbolo de muerte, sufrimiento y castigo; es un signo vivo de amar hasta el límite».
«Por eso, en el Miércoles de Ceniza recordamos la invitación de Jesús a volver la mirada a él y creer en su evangelio, que es el camino para aprender a amar sin medida”, explicó.
Finalmente, sobre el tema, el Papa Francisco, en su mensaje para la Cuaresma 2023 dijo que “para profundizar nuestro conocimiento de Jesucristo, para comprender plenamente el misterio de la salvación divina, realizada por amor, debemos dejarnos conducir por Él a un lugar desierto y elevado, distanciándonos de las mediocridades y de las vanidades» y que “la Cuaresma está orientada a la Pascua».
Con información de La Prensa