Ciudad de México
La Falla de San Andrés ha sido un foco al que se han dirigido científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos(USGS) luego de los recientes sismos en México, sobre todo porque se trata de la principal fractura existente con 800 millas de largo y se extiende a profundidades de al menos 10 millas dentro de la Tierra, de acuerdo con CNN Expansión.
¿Por qué relacionan a la Falla de San Andrés con fuertes terremotos?
Al ser la más grande, la Falla de San Andrés es vigilada cada vez que hay un sismo en esta zona, pues los sismólogos siempre se preguntan si será el «Big One», fenómeno que ocurre cada 150 años aunque han pasado 300 años sin que suceda nada nuevo, razón por la cual los sismólogos se sienten preocupados al saber que puede suceder en cualquier momento.
Además de ese dato, existe el antecedente de que en 1857 tuvo lugar un sismo de 7.9 grados en la escala de Richter.
¿Por dónde pasa la falla de San Andrés en México?
Aunque existen múltiples fallas continentales, la falla de San Andrés es la que causa más peligro debido a que su extensión comprende más de mil kilómetros, desde el territorio de California, en Estados Unidos hasta Baja California, en México.
Las fallas son una serie de regiones donde las placas tectónicas – que pertenecen a la corteza terrestre más cercana a la superficie- se reúnen y sufren fracturas, generando que el desplazamiento de los bloques de piedra de la litósfera –ubicados debajo nuestro- se modifique. Cuando una falla se crea se debe a que la resistencia de los materiales que la conforman es vencida, producto de la fuerza ejercida por los movimientos telúricos.
En realidad, las fallas continentales son muy comunes y siempre se producen al borde de cada placa tectónica. Luego de generarse una falla, la lubricación que antes existía entre una capa y otra se pierde, dejando sólo un cúmulo de rocas ásperas encima unas de otras, lo que causará que –cada cierto tiempo- después de acumular un buen grado de energía, sea liberada a través de ondas sísmicas que podemos percibir desde la superficie.
Con información de El Imparcial