Ciudad de México
Casi nunca se pone uno a pensar en la responsabilidad que implica ser cajero, cualquier error en una cuenta puede significar grandes pérdidas económicas, sobre todo cuando se trata de un banco.
Tal como le sucedió a un joven, quien compartió una anécdota que sorprendió a los ususrios de internet, al recordó una ocasión que le hicieron falta 150 mil pesos en su corte de caja.
A través de su cuenta (@shcskl_kaan) de TikTok el usuario compartió una grabación dividida en tres partes en la que narró que por un pequeño descuido estuvo apunto de quedar con una deuda de 150 mil pesos con el banco para el que trabajaba de cajero.
“Trabajaba en un banco, entonces, un día llega una señora y dice: ‘Oye, quiero retirar 150 (Mil pesos)’. Nada raro porque había gente que retiraba cantidades muchísimo mayores”, inicia contando el joven; quien señala que tuvieron que hacer todo un protocolo para poder entregarle la cantidad de dinero a la mujer de aproximadamente 70 años.
El empleado cuenta que la señora no recordaba el NIP de su tarjeta por lo que también tuvieron que hacer el proceso del cambio, por lo que mientras él hacía todo ese procedimiento, una persona más se encargaba de reunir la suma de dinero para entregarla. Y es ahí cuando comienza su error, el joven recuerda que le entregó el dinero a la mujer y a su hijo sin hacer la disposición de fondos de la cuenta.
“Ella me dio el papelito y así como tenía el dinero en la mano, se lo entregue. El muy pend… de yo, nunca hizo el paso dos, nunca hice la disposición de fondos de la cuenta y le entregué el dinero así como si nada.”, platica.
Casi una hora después, se dio cuenta de su error que podía dejarle una deuda de 150 mil pesos con el banco sin haber usado o gastado ese dinero. Luego de revisar varias veces recordó la transacción con la mujer, por lo que comenzó a hacer todo lo necesario para contactarla y hacer que regresará a la sucursal y corregir el tramite.
El cajero en su narración, que en esas fechas el banco tenía un sistema que a las 8 de la noche no podía haber nadie en sucursal, sin embargo, tuvieron que esperar por tres horas (casi al límite) hasta que la mujer y su hijo que ya estaban viajando a otra ciudad pudieran regresar a completar la transacción en el banco para poder ayudar al cajero que asegura, no se libró de una fuerte llamada de atención de parte de los gerentes de la sucursal.
“Yo ya los daba por perdidos… Afortunadamente ahí quedó la situación, los compañeros de la sucursal estaban ahí de chismoso. Después me empecé a tranquilizar porque ya recuperé el dinero”, concluyó su historia.